¿Te encantaría contar con un jardín en tu casa? ¿Estás pensando en montar un jardín sostenible? Enhorabuena: has tomado la decisión acertada, y será tu humilde contribución para contrarrestar el calentamiento global. Como parece lógico, el diseño de un jardín sostenible debe tener en cuenta las peculiaridades del lugar al que ha de adaptarse, atendiendo tanto al espacio y la orientación como al clima de la zona donde se va a implantar.
No es complicado planificar un jardín sostenible uno mismo cuando se tienen ganas, se amplían conocimientos y se dispone de algunas habilidades de “manitas”. Si no, siempre te queda el recurso de contratar los servicios de un paisajista o una empresa de diseño de jardines para que te haga el proyecto a tu gusto. Quizá buscas el diseño de un jardín pequeño, y te da apuro contactar… En este tipo de servicios se trabaja con toda clase de proyectos de paisajismo de forma siempre profesional.
En cualquiera de los casos, te conviene conocer de antemano las peculiaridades del jardín sostenible para saber en qué aspectos quieres incidir. ¡Vamos allá!
El ahorro del agua en el jardín eficiente
El agua es un bien escaso en muchas zonas de nuestra geografía. Tomar conciencia de ello es el primer paso para querer un jardín planificado de forma ecológica. ¿Sabías que un jardín sostenible puede consumir un 25% menos de agua que un jardín convencional…?
Para abordar la planificación de un jardín eficiente con los recursos naturales, debemos tener claro el clima de la zona en que se sitúa, la orientación solar, el uso que vamos a dar al espacio, las limitaciones del terreno y qué tiempo queremos dedicarle.
Las claves del jardín sostenible
Para los profesionales, estas son las 4 claves a tener en cuenta en el diseño de un jardín sostenible:
- Planificar un buen sistema de riego para ahorrar agua y, si es posible, aprovechar el agua de lluvia.
- Emplear el mínimo de energía.
- Acomodar el tipo de jardín a las características del terreno y clima.
- Reutilizar los residuos, no sin antes intentar producir los mínimos posibles.
Además, has de tener en cuenta… ¿Qué uso voy a dar al jardín? ¿Qué es imprescindible para mí? ¿Puedo dedicarle tiempo? ¿Qué clima, orientación y limitaciones tiene?
Qué uso vas a dar al jardín y qué tiempo podrás dedicarle
No todos tenemos el mismo concepto del jardín. Algunos solo buscan un espacio bonito que contemplar en la distancia, mientras otros desean establecer en él la sala de estar en cuanto llega el buen tiempo. Aún hay otro tipo de usuarios: aquellos que solo lo ven como el complemento que necesita la piscina para disfrutar en verano. Tener en cuenta el uso es importante antes de lanzarse al diseño de un jardín, ya que hay que prever senderos, área de juegos, zona de descanso, sombrear zonas, separar visualmente con brezo, cañizo o bambú…
En ese sentido, también puedes pensar ya los elementos imprescindibles en tu jardín. Quizá sea un estanque con peces, una gran barbacoa o una fuente con cascada para escuchar el sonido del agua… Tenlos en cuenta en la planificación del jardín.
Otro escollo que has de prever es qué tiempo piensas dedicarle. No importa si es mucho o ninguno. Pero eso te llevará a prever el paso siguiente al diseño, que será la necesidad de contratar un servicio de mantenimiento de jardines (en torno a 100 € mensuales para un jardín pequeño).
Los recursos necesarios para montar un jardín
Plantas y árboles adecuados
¿Quieres una simple pradera de césped bordeada de setos y plantas con algún árbol de sombra? ¿Un jardín que anime a ir descubriendo lo que esconde cada uno de sus rincones…? Tanto el césped como las plantas y árboles deberán adaptarse al clima continental, con temperaturas extremas tanto en invierno como en verano y escasez de lluvia. Un consejo: en climas como el nuestro, un jardín sostenible no debería dedicar más de un 20% de su superficie al césped.
También debes contar con las limitaciones de tu jardín: desniveles, orientación a Norte, vientos extremos, vistas poco afortunadas… Para todo ello se pueden buscar soluciones adecuadas (y sostenibles).
Sistema de riego
Debe ser automatizado para que pueda programarse. Y además ser el más eficiente para su uso: un sistema de aspersión es el ideal para la pradera de césped, mientras que un sistema de goteo o tuberías de exudación automatizadas puede adaptarse a otro tipo de jardines.
En el diseño de un jardín eficiente hay que pensar también en aprovechar el agua de lluvia. Existen múltiples opciones en el mercado para almacenar las aguas pluviales, y luego poder impulsarlas mediante una bomba para el riego.
Abono y plaguicidas
Las plantas tienen necesidades propias más allá del agua y del sol. Hay que nutrir el sustrato con fertilizantes que aportan minerales. En un jardín eficiente, se puede instalar un sistema de compostaje para crear abono a partir de los restos orgánicos de la casa y la poda. En cuanto a las plagas, hay que huir de los insecticidas industriales, y recurrir a los orgánicos y las fórmulas tradicionales.
Electricidad e iluminación
El sistema de riego necesita electricidad para funcionar. Por eso debes prever el número de tomas de corriente y su ubicación, el promedio de consumo de energía… Y muy importante: la iluminación, que en un jardín sostenible deberá basarse en luminarias LED y además aprovechar al máximo la posibilidad de instalar puntos de luz alimentados con energía solar.
Por último, si estás pensando crear tu propio jardín, en Silvosa Hermanos podemos ayudarte. ¿Hablamos?