¿Te parece difícil cuidar orquídeas? Aunque parezca todo un reto, aquí vas a descubrir los cuidados esenciales para mantener tus orquídeas en flor todo el año. La elección del sustrato, la forma de riego y también el abono que necesitan son parte del secreto de los cuidados de las orquídeas. ¿Quieres aprender de la mano de un experto? Cuando llegues al final de este post, tendrás los suficientes conocimientos para que ninguna orquídea se te muera nunca más.
Como expertos de uno de los mejores viveros en Madrid, no vamos a negar que las orquídeas son especies delicadas, y que tienen unas necesidades básicas de temperatura, humedad y fertilización diferentes a las de otras plantas de interior más resistentes. Sin embargo, puedes salir airoso del reto de mantener tus orquídeas, como esta orquídea morada y esta orquídea blanca que puedes comprar en nuestra tienda de flores online. Veamos cómo…
Aspectos clave de los cuidados de las orquídeas
Las orquídeas son plantas exóticas, y como tales, necesitan una réplica de las condiciones ambientales que tendrían en su hábitat natural, el clima tropical. Eso significa que, en nuestras latitudes, las orquídeas se consideran plantas de interior, ya que es en los espacios cerrados donde podemos simular el ambiente que requieren.
Ubicación ideal
Para cuidar orquídeas, uno de los primeros requisitos es situarlas en un entorno de luz adecuado. Por eso, al buscar una ubicación, piensa en un espacio bien iluminado, pero nunca con luz solar directa, ya que los rayos del sol podrían quemar la planta. El entorno ideal serían espacios próximos a ventanas orientadas al sol de mañana o de tarde.
Temperatura adecuada
Las orquídeas precisan de una temperatura estable, sin cambios bruscos, y una situación alejada tanto de las corrientes de aire como de las fuentes de calor. Un ambiente cálido y una temperatura durante el día de entre 20 y 25 grados centígrados es ideal para ellas, mientras que por la noche pueden soportar bajadas hasta los 15 grados.
Cómo adaptar fácilmente un espacio para cuidar orquídeas
Quizá sean necesarias algunas adaptaciones en tu casa u oficina para crear ese entorno favorable que acabamos de describir. Por ejemplo, si el ambiente es seco, como ocurre en las mayorías de los sitios con calefacción, puedes colocar humidificadores o recipientes con agua en el entorno de estas plantas tropicales. También puedes instalar estores translúcidos o visillos si las ventanas son en exceso soleadas.
El riego de las orquídeas
¿Sabías que las orquídeas crecen en los troncos de los árboles en su hábitat natural? Esto significa que no siempre tienen un sustrato húmedo, sino que están acostumbradas a períodos de sequía a los que siguen lluvias torrenciales. Los cuidados de las orquídeas pasan, pues, por replicar ese ciclo en interiores. ¿Cómo hacerlo? Te explicamos la técnica.
El método de riego es el de remojar y escurrir. Consiste en introducir el sustrato de la planta en un recipiente con agua durante 10 minutos, para después extraerla y dejarla escurrir antes devolverla a su ubicación habitual. De este modo, las raíces de la planta consiguen la humedad que necesitan, pero no se saturan, evitando que se pudran.
La frecuencia de riego es otra de las claves del cuidado de las orquídeas. Aquí es importante observar el sustrato y tocarlo para saber cuándo está seco y necesita una nueva inmersión en agua.
Y, por último, un consejo: riega con agua a temperatura ambiente, evitando que se estanque en la base.
Aprende a identificar problemas en tus orquídeas
Hay algunas señales que indican que una orquídea no está recibiendo los cuidados adecuados. Observándolas a diario, podrás notar esos cambios que apuntan a condiciones adversas.
Signos de deshidratación
– Hojas marchitas.
– Bulbos arrugados.
– Raíces que se quiebran y se ven secas.
Signos de exceso de humedad
– Hojas amarillentas o blanquecinas.
– Mal olor.
– Manchas oscuras en las raíces.
Guía práctica para prevenir el declive de una orquídea
Además de poner en práctica tus habilidades como observador, hay más cosas que puedes hacer para favorecer el crecimiento sano de las orquídeas. Por ejemplo, potencia un sustrato suelto y bien drenado, como corteza de pino o musgo sphaganum. Además, la maceta de la orquídea debe tener agujeros de drenaje adecuados para evitar el encharcamiento.
En cuanto a la fertilización, utiliza un abono específico para orquídeas y sigue las instrucciones del fabricante en cuanto a periodicidad de uso y cantidades.
Esperamos que te hayan resultado útil esta guía práctica de cuidados de las orquídeas. Pero, ante todo, queremos darte otro consejo: al comprar orquídeas, hazlo siempre en centros especializados para garantizar que son ejemplares de calidad, que provienen de viveros sostenibles y que han tenido en la tienda los cuidados específicos que necesitan. Solo así, tendrás la garantía de que tus orquídeas puedan prosperar en el entorno ideal que les brindes.